¿Si el cerebro determina mi comportamiento, yo solo soy mi cerebro?

Una de las preguntas que nos puede surgir a día de hoy es si nuestro cerebro determina nuestro comportamiento y si nosotros solo somos nuestro cerebro pero, yo no solo soy mi cerebro. En todos los comportamientos y decisiones que tomamos en nuestro día a día existe una parte racional y otra emocional y dependiendo de la personalidad de cada uno pesa más una parte o la otra.

Normalmente, en las decisiones relacionadas con el trabajo o aquellas que están relacionadas con el capital, la parte racional tiene mucha más importancia, ya que son pensadas de manera más fríamente y calculadas para buscar así el máximo beneficio; sin embargo, las decisiones más sentimentales, más afectivas,  pesa más el corazón. Por lo tanto, nuestro comportamiento está determinado por nuestro cerebro pero también por los sentimientos que tenemos.

En un ejemplo donde se puede ver muy bien reflejado que el cerebro no es el único que determina nuestro comportamiento es en las relaciones tóxicas, ya que aunque tu no te das cuanta del daño que te puede estar causando tu pareja, sigues adelante con ella dándole cada día nuevas oportunidades, por lo que haces más caso a tu corazón, a tu sentimientos, que a tu cerebro, es decir, a tu parte racional. 

Por el contrario, cuándo te ofrecen una oportunidad de trabajo donde vas a conseguir más dinero, antepones esa oportunidad a cualquier cosa como por ejemplo que tus hijos se quieran cambiar de lugar o a sus intereses ya que buscas un mejor futuro para tu familia.

Como conclusión, podemos afirmar que nuestro comportamiento está determinado por más de un factor y dependiendo de nuestros intereses y decisiones actuará un factor u otro.

Paula Cuevas Rincón.

Comentarios